1. Vivir fuera de casa, o mejor dicho, vivir en otro país. Aunque no lo parezca, hay una gran diferencia entre vivir en otra ciudad en tu mismo país, que irte a otro país a vivir. Ese momento en el que llegas a lo que va a ser tu futura casa durante los próximos meses, tus compañeros, familia, ciudad, no tiene palabras para ser descrito.
2. Viajar a todos aquellos países que tienes en tu lista de "pendientes". Ya empieza a ser hora de tachar de la lista esos lugares que tienes tantas ganas de ver. Probablemente, será el año de tu vida que más tiempo tengas para viajar a lo largo de tus años universitarios, y por tanto, sobretodo si os encontráis en el centro de Europa, podréis encontrar infinidad de vuelos, buses y trenes baratos. Aprovechadlos, os llevarán a ciudades increíbles y a vivir momento inolvidables.
3. Aprender a viajar, al mínimo coste posible y con una maleta de mano para 10 días. Con una maleta de mano, o incluso con una mochila pequeña. Con cada viaje, aprendes que no son necesarias tantas cosas para ir de viaje, y que al final, con cuatro prendas, puedes sobrevivir un viaje completo.
Al final, para disfrutar de un gran viaje no necesitas llevar una maleta enorme.
4. Mejorar o aprender nuevos idiomas. Si tienes que poner en práctica el inglés o el español, tranquilo, siempre habrá italianos, franceses, belgas, polacos, húngaros, alemanes, rumanos o portugueses que te enseñen su idioma (ya sabéis, expresiones y palabras concretas).
5. Crear amistades por toda Europa, y por qué no, en todo el mundo. De hecho, sin querer, vas a crear lazos de amistad con gente de muchos países diferentes. Y os encantará, porque volveréis a casa sabiendo que tenéis amigos prácticamente en todos los países de Europa, cosa que no todo el mundo puede decir.
6. Probar comida típica de diferentes países, como no, acompañada de la cerveza típica de la zona. Y aprender cómo preparar esa comida tan especial de tu segundo país, para poder prepararla en casa (en España, quiero decir).
7. Aprender a convivir. Y con esto, me refiero a situaciones extremas de vivir 3 personas en la misma habitación, un baño para 6 y una cocina para 40. Un año de Erasmus en esa situación, os enseñará que de la convivencia, salen muy buenas relaciones.
8. Administrarte el dinero de cada mes, ya que si quieres salir, viajar, comer y pagar esos gastos fijos, tienes que tener todo controlado.
9. Aprender a valerte por ti mismo en otro idioma y país, tanto dentro como fuera de la Universidad. Te darás cuenta de que todos los trámites de llegada y acuerdos académicos, solo dependen de ti, al igual que muchas otras cosas.
10. Salir de fiesta todo lo que no has podido salir a lo largo de la carrera, y esto es así. Y para que nos vamos a engañar, cuando la verdad es que en un Erasmus, la fiesta es algo completamente fundamental.
Y aunque hay mil razones más, creo que es momento de que las descubráis vosotros por vuestra cuenta.
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